jueves, 24 de enero de 2019

Veracruz: 500 años (II. Espacio y tiempo)

Además de Wolf -citado en nuestra entrega anterior- don Luis González y González dice, en su “Viaje por la historia de México” (2009), que: “En el mundo se conocen sólo seis lugares donde se originó la civilización. En Egipto, Mesopotamia, China e India, las ciudades crecieron a la orilla de los grandes ríos; en Mesoamérica y los Andes se fundaron en las regiones montañosas. Mesoamérica se extendía desde Sinaloa y Zacatecas, en México, hasta Centroamérica. Es un área compleja y montañosa en la que se dan todos los climas y paisajes, de modo que la variedad de recursos es enorme…[y]…dieron sustento a una gran cantidad de personas…el contacto entre las diversas culturas facilitó la difusión de las ideas y los descubrimientos…todos los pueblos de Mesoamérica compartieron creencias y costumbres parecidas acerca de la religión, la política y la organización de la sociedad”.
También en este tenor, en la “Nueva historia mínima de México” (2004), Pablo Escalante Gonzalbo apunta: “si trazamos en el mapa una línea de oeste a este que una algunos sitios arqueológicos como Huatabampo en Sonora, El Zape en Durango, Chalchihuites en Zacatecas, Villa de Reyes en San Luis Potosí y San Antonio Nogalar en Tamaulipas, obtenemos una curva, alta en sus extremos y descendente en la región de los bolsones: representa la frontera septentrional de Mesoamérica en el momento de su mayor expansión, hacia el año 900 d. C. La formación de esa frontera, así como la construcción de la civilización mesoamericana misma, fue el resultado de un largo proceso histórico que empieza con la domesticación del maíz y otras plantas, e incluye el desarrollo de técnicas agrícolas intensivas, la división de la sociedad en clases, el despliegue de redes de intercambio de ciento de kilómetros y la invención de complejos dispositivos ceremoniales”.
Consecuentemente, Mesoamérica es un concepto complejo que abarca una concreta acción social, en un espacio-tiempo definido, con el que se intenta asir y definir la presencia de formaciones y grupos humanos que accionan e interaccionan en un territorio y en una cronología propia, otorgando un original sentido demográfico, económico, étnico y cultural a las manifestaciones y hechos que se configuraron en un decurso histórico auténtico, característico y singular en el largo tiempo, a tono con un amplísimo pasado proveniente del milenario poblamiento del continente, que después admitió la diversidad que portaron sus culturas más representativas, en los horizontes y épocas de su florecimiento-decaimiento.Consecuentemente, la frontera norte de Mesoamérica fue, realmente, una frontera agrícola que diferenció, en el pasado prehispánico, la división entre una civilización de pueblos sedentarios de la zona meridional de nuestro país, conforme a los límites que nos informan los historiadores en cita, distintos de los lugares y conglomerados humanos que existieron hacia el norte, de vida agrícola más inestable, dependientes todavía de la caza y la recolección. Pues bien, fue en el suelo mesoamericano de nuestro actual país donde tuvieron lugar los sucesos de alborada de la civilización indígena originaria, y el desarrollo de una profunda y rica diversidad regional. Veracruz fue la puerta y el puerto por donde inició todo: el descubrimiento y el contacto; el choque y la nueva dominación; el sincretismo y el mestizaje. Seguiremos.

miércoles, 16 de enero de 2019

Veracruz: 500 años

El periodo 1519-2019 tiene en su centro la construcción histórica, evocativa, mental, sociológica, política y jurídica del concepto “Veracruz”, que simboliza, dramática y continentalmente, el encuentro, confrontación y sincretismo de la cultura europea occidental y la multiculturalidad étnica mesoamericana. En el conjunto de nuestras modestas colaboraciones queremos abrir un pequeño arco para escribir sobre este pasado y presente, acudiendo a fuentes generales asequibles a todos nosotros, en la búsqueda y comprensión de nuestra identidad, y de nuestra patria y matria como diría don Luis González y González. Vale la pena, ojalá podamos. No todos los años se conmemoran 500 años de existencia.
En la magnífica “Nueva Historia General de México”, de El Colegio de México (2010), bajo la pluma de Erick Velázquez, en el apartado relativo a Los habitantes más antiguos del actual territorio mexicano, podemos apreciar que, más allá de las sucesivas oleadas migratorias ocurridas hace 30 mil, 15 mil, 10 mil o 6 mil años, por las que pueblos mongoloides del noreste asiático poblaron el continente americano -o pueblos de rutas alternativas provenientes de África, como algunos han sugerido basándose en evidencia arqueológica obtenida del Brasil actual- e, incluso, más allá de si fueron polinesios o vikingos quienes en los últimos cientos de años experimentaron los primeros contactos con el suelo, costas y pueblos indígenas del continente americano; podemos decir que a lo ancho de los horizontes históricos que cuentan los 28 milenios del amplio periodo lítico o de talla de instrumentos de piedra (33,000-12,000 a. C.,) caracterizado por prácticas de nomadismo, recolección, caza, pesca, agricultura y sedentarismo, a partir de reducidos y dispersos asentamientos humanos se pudieron consolidar, en esa dilatada y milenaria duración, poblaciones de mayor y creciente presencia demográfica, con formas de organización social que fueron de lo simple a lo complejo y que alcanzaron su mayor apogeo y representación en las deslumbrantes culturas prehispánicas de Meso y Sudamérica.
Señala Enrique Nalda -en el apartado siguiente de la obra en cita- que esas formaciones humanas crecientemente variadas, fueron causa y consecuencia, a la vez, de procesos amplios de concentración poblacional, urbanización, intensificación de intercambio de bienes y de florecimiento, caída y reflorecimiento de sociedades y poblaciones afirmadas, predominantemente, en el territorio mesoamericano, cuyas manifestaciones culturales (entendidas en su más extenso sentido) dieron lugar a la clasificación de los periodos históricos del Preclásico (2,500 a. C. - 200 d. C., con el paulatino desarrollo del sedentarismo), Clásico (100/250 - 900 d. C., con un sedentarismo culturalmente diverso y regional en sus patrones de construcción y asentamiento, que compartió también rasgos de homogeneidad agrícola, religiosa y de cosmovisión) y Postclásico (900 – 1168 d. C., de crecimiento demográfico excepcional, migraciones copiosas y proliferación sin precedentes de ciudades en el Valle de México)…Pero: ¿Qué es Mesoamérica? en su “Pueblos y Culturas de Mesoamérica”, dice Eric Wolf que es un concepto esencialmente cultural, de geografía propia, significado por el desarrollo de civilizaciones indígenas de gran diversidad étnica y lingüística. Nuestro actual Veracruz está situado en esta región, que abarca casi la mitad del territorio meridional mexicano hasta llegar, prácticamente, a Costa Rica. Seguiremos.

Benito Juárez, vida, obra y legado

      El 21 de marzo se conmemora el natalicio de Benito Juárez, cuyo papel en la formación y consolidación del Estado mexicano es innegable...